Tomar la decisión de contraer una deuda no es fácil, pero muchas veces es un paso inevitable si se quiere crecer, o simplemente iniciar un negocio. Y es que no es habitual contar con la liquidez suficiente para asumir la constitución de la empresa, el acondicionamiento y alquiler del local, la maquinaria necesaria, el salario de la plantilla los primeros meses así como otros gastos imprevistos antes de empezar con la actividad.
En CEDEC sabemos que la financiación es uno de los temas que más preocupan a las pequeñas empresas, y que por miedo a las deudas, muchas veces se evita hacer una inversión vital para aumentar el valor de la compañía y asegurar un alto nivel de rendimiento. Sin embargo, otras veces no vale la pena correr el riesgo de endeudarse. Es por eso que compartimos este artículo de Ok Diario en el que se repasan algunos de los factores básicos a tener en cuenta cuando se toma esta decisión.
¿Está ya endeudada la pyme?
Lo ideal es no endeudarse nunca por un valor que supere al del patrimonio de la empresa para que, en caso de que los beneficios de la inversión no sean los esperados, se pueda hacer frente sin comprometer la propia estabilidad económica. Cuando la pyme ya está endeudada, y aumentar los niveles de deuda supone superar el capital aportado por los socios más las reservas disponibles, solo debe hacerse en casos excepcionales, en los que se esté plenamente seguro del retorno de la inversión.
¿Cuál es el coste real de financiarse?
No hay que cegarse con la necesidad de financiarse de forma inmediata y aceptar cualquier precio a cambio. Este coste puede no ser asumible para la empresa. Evidentemente, antes de contraer una deuda hay que estudiar detenidamente sus intereses, y comparar diferentes alternativas de financiación, teniendo en cuenta además los gastos financieros directos y cualquier otro compromiso con la entidad financiadora que pueda suponer una reducción de los beneficios (como por ejemplo, los bancos que pueden rebajar los intereses a cambio de contratar otros productos como seguros).
¿Se está en un sector con perspectivas de crecimiento?
Evidentemente, nadie cuenta con una bola de cristal mágica en la que ver el futuro, pero justamente por eso, hay que realizar un minucioso estudio de mercado para valorar las expectativas de ingresos y beneficios de la empresa, así como la viabilidad del sector a medio plazo, contemplando la mayor variedad posible de indicadores económicos, y teniendo en cuenta también el comportamiento de los consumidores, cuya fidelidad es cada vez más volátil.
¿Qué cambios indirectos pueden poner en riesgo la capacidad de devolver ese dinero?
Además de los cambios en el propio mercado, que actualmente son constantes, también se deben contemplar los relacionados con la fiscalidad o con las regulaciones del sector y las exigencias que han de cumplir las empresas para poder operar, ya que pueden aumentar los costes de la pyme y alterar el resultado de los cálculos realizados para determinar si se podía hacer frente a la deuda.
En CEDEC, Centro Europeo de Evolución Económica, somos conscientes que endeudarse siempre supone un riesgo, y por eso debe ser una decisión reflexiva y bien meditada. Pero cuando se da el paso de forma consciente, y tras estudiar pormenorizadamente la cuestión, supone una inversión en el futuro de la compañía, aumentando su valor y contribuyendo a la consecución de la excelencia empresarial.
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